Poesía de Bulgaria: Dos poemas de Ekaterina Káprova en búlgaro y en español

Ekaterina Káprova (Burgas, 1969) estudió Periodismo en la Universidad de Sofía. Autora de dos libros, miembro de la Comunidad de Escritores de Burgas. Su poemario Belezi ot krile saldrá pronto de la imprenta. Periodista con más de treinta años de experiencia, propietaria de la página http://www.burgasnews.com.


Нети

Загърната във кожено палто
Тя спореше за някакви поети.
Напудрена, с гримирано око
Флиртуваше със Байрон и Канети.
Поглеждаше над чашата с кафе
Подрънкваше със гривни и с монети
Светът около нея онемял
По-бавно се въртеше.
Цвете.
Затъкнато над лявото ухо,
Остатък от среднощните букети.
И очила със липсващо стъкло
И станиолен пръстен и фуркети…
Кокетничи във кожено палто
През август лудата клошарка Нети.
Neti

Envuelta en un abrigo de piel
Ella discutía sobre unos poetas.
Empolvada, con un ojo maquillado
Tonteaba con Byron y Canetti.
Echaba una mirada sobre el vaso de café
Traqueteaba con pulseras y monedas
El mundo a su alrededor enmudeció
Giraba más lentamente.
Una flor.
Colocada en su oreja izquierda,
Un resto de los ramos de medianoche.
Y gafas con un solo cristal
Un anillo de papel de aluminio y horquillas…
Coqueteando en un abrigo de piel
En pleno mes de agosto la loca vagabunda Neti.
Есен

Играеше си с есенно листо.
Забравила за скапаните делници
За осемте живота пропилени
И на половин деветия.
Въртеше се в тангото на тромпетите.
Не се интересуваше от изгрева.
По залеза не се прехласваше.
Не искаше любов от никого.
Не виеше от липсата на щастие.
Играеше си с есенно листо.
И кучета я лаеха. И хората.
А тя размахваше оранжева история.
И беше понеделник като никога.
И вятърът въздъхна с възмущение.
А пък на нея не й пукаше-
Тя беше котка в настроение.
Otoño

Jugaba con una hoja otoñal.
Habiendo olvidado los putos días laborales.
Las ocho vidas desperdiciadas.
Y la mitad de la novena.
Giraba en el tango de las trompetas.
No le interesaba el amanecer.
El atardecer no le conmovía.
No quería el amor de nadie.
No aullaba por la falta de felicidad.
Jugaba con una hoja otoñal.
Y los perros le ladraban. Y la gente.
Y ella agitaba una historia anaranjada.
Era lunes como nunca.
Y el viento suspiró con indignación.
Pero a ella le daba exactamente igual:
Pues ella era una gata de buen humor.

Traducción del búlgaro al español de Marco Vidal González


Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: